"Sabelotodo, un ego desbordante y un orador tímido": Elon Musk, el genio excéntrico al que no le bastó con ser el hombre más rico del mundo

Musk es el más rico del mundo, según el índice de Bloomberg. ¿Cómo llegó a amasar su enorme fortuna y a meterse en las altas esferas de poder?
"Hace 3 años me lavaba en unos baños públicos. Ahora tengo mi primer coche de 3 millones de dólares".
En 1999, Elon Musk decía esto en un reportaje televisivo y marcaba así el lanzamiento de su figura, hoy tan conocida como polémica, envuelta en mitos, política y dinero, mucho dinero.
No en vano, Musk es el más rico de todos los multimillonarios del mundo, según el índice de Bloomberg. Se estima que su patrimonio neto actual es de alrededor de US$386.000 millones.
Dueño de Tesla, SpaceX y la red social X, su fortuna no creció de un día para otro. Tampoco apareció de la nada ni se gestó en un garaje, como cuenta el mito fundacional de tantas empresas tecnológicas.
Si el poder económico no le parecía bastante, en 2024 promovió activa y monetariamente la campaña del ahora presidente de Estados Unidos Donald Trump.
El movimiento le valió su entrada al gobierno en la dirección del Departamento de Eficiencia Gubernamental, conocido como DOGE, creado este año con el objetivo de reducir el gasto público.
Pero hace tan solo unos días, dejó su puesto, y decidió criticar públicamente a Trump y su proyecto presupuestario, derivando todo en un cruce de acusaciones que enfrenta, en palabras del corresponsal de la BBC Anthony Zurcher, "a la persona más rica del mundo y al político más poderoso del planeta en una pelea a muerte".
Este es el último capítulo de la compleja biografía de Elon Musk.
Una infancia marcada por el acoso
Musk nació en 1971 en Pretoria, Sudáfrica, en el seno de una familia más que acomodada. Su padre, Errol Musk, trabajaba como ingeniero electromecánico y su madre, Maye Musk, era modelo y dietista.
El padre de Musk afirmó en más de una ocasión que la riqueza de la familia provenía de la extracción de esmeraldas en las minas de Zambia, pero Elon lo niega.
En la biografía escrita por Walter Isaacson, se relata la compleja infancia que tuvo Musk, marcada por su dificultad para captar las señales sociales debido al síndrome de Asperger que tiene, al acoso escolar y al divorcio de sus padres.
Pero aunque las habilidades sociales, según él mismo relata, nunca fueron lo suyo, la habilidad para el emprendimiento sí. Con su hermano vendía huevos de Pascua caseros de puerta en puerta y desarrolló su primer juego de computadora a los 12 años.
Con apenas 17 años emigró a Canadá, de donde procede su madre. De allí fue a Estados Unidos, donde estudió economía y física en la Universidad de Pensilvania, una universidad de la Ivy League.
En la universidad conoció a su primera esposa, la escritora Justine Musk, quien en un ensayo de 2010 para la revista Marie Claire escribió que incluso antes de empezar a amasar una fortuna, Musk "no era un hombre que aceptara un no por respuesta".
"La voluntad de competir y dominar, que lo hizo tan exitoso en los negocios, no se apagaba mágicamente cuando regresaba a casa", recordó, y agregó que él le dijo mientras bailaban en su boda: "Soy el alfa en esta relación".
El auge de las empresas .com
Iba a seguir sus estudios de física en un programa de posgrado en la Universidad de Stanford, pero lo abandonó.
Y fue en la década de los 90 cuando empezó su camino en el mundo tecnológico, durante el "boom de las puntocom" y con la fundación de dos empresas. La primera de ellas, Zip2, era una suerte de guía telefónica digital de empresas. La segunda, x.com, un banco en línea.
Es por esta época cuando se compra su "primer coche de 3 millones de dólares".
Vendió la primera por US$300 millones. La segunda fue el germen de Paypal, el servicio global de pagos seguros por internet que vendió en 2002 por US$1.500 millones.
Lejos de quedarse dormido en los laureles o, en este caso, sobre su fortuna, siguió su apuesta e invirtió en una nueva empresa de cohetes, SpaceX, con el objetivo de crear una alternativa eficiente y privada de la NASA, y por otro lado, en Tesla, la entonces nueva empresa de coches eléctricos.
En ambos casos son empresas a las que se les atribuye el mérito de haber transformado sus industrias, incluso cuando en ocasiones estuvieron cerca del colapso financiero.
SpaceX nació con la idea de desarrollar el turismo espacial y ya en 2018 se marcó un hito tan cinematográfico como excéntrico: mandaron al espacio un auto Tesla. Pero la gran meta de la empresa es algo que también es una obsesión de Musk: que los humanos logren un día colonizar Marte, planeta donde, en alguna ocasión, Musk ha dicho que querría morir.
De hecho, en una entrevista con la BBC, el empresario dijo que cree que la mayor parte de su dinero se gastará en la construcción de una base en Marte.
Obsesión por la X
Posiblemente la adquisición más sonada y polémica de Elon Musk fue la compra de la plataforma de redes sociales Twitter, en octubre de 2022.
La renombró con la letra que parece haberle dado suerte desde el principio: X.
Aunque menos suerte corrieron sus empleados: redujo drásticamente el tamaño de su fuerza laboral, incluyendo, de manera controvertida, recortes a los equipos responsables de mantener segura la plataforma. También introdujo nuevas suscripciones para que el negocio no dependiera solo de la publicidad para obtener ingresos.
Musk dijo en su día que invirtió en Twitter porque cree "en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión alrededor del mundo".
"Creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia funcional", aseguró.
Sin embargo, no le tembló el pulso a la hora de bloquear a varios periodistas de medios como el New York Times, CNN o Washington Post tras acusarlos de compartir datos de su ubicación.
Tras las suspensiones, que tiempo después revocó, organismos como la UE y la ONU, así como gobiernos y periodistas, condenaron la medida.
"La libertad de prensa no es un juguete", declaró la subsecretaria general de la ONU, Melissa Fleming. "Una prensa libre es la piedra angular de las sociedades democráticas y una herramienta clave en la lucha contra la desinformación perjudicial".
Musk implementó numerosos cambios en las prácticas de moderación de X.
Algunos análisis señalan que el discurso de odio ha ido creciendo en la red social bajo la dirección Musk. Y esto hizo que muchas empresas y s abandonaran la plataforma en lo que se conoce como "el gran éX-odo".
Por ello, a la fecha, el valor de la empresa se ha desplomado de los US$44.000 millones que pagó inicialmente a tan solo US$9.400 millones, según algunas estimaciones.
Musk también tiene ambiciones en el sector de la IA, siendo uno de los primeros inversores en la empresa matriz de ChatGPT antes de separarse en 2018 y crear su propia compañía en 2023, xAI, "para comprender la verdadera naturaleza del universo".
En febrero de 2024, demandó a OpenAI y a su jefe, Sam Altman , alegando que la empresa que él ayudó a fundar había renegado de sus orígenes sin fines de lucro y de código abierto al unirse a Microsoft.
Un año después, Musk lideró una oferta de adquisición que fue firmemente rechazada por Altman.
"Nunca estoy del todo convencido de que sepa qué quiere hacer mañana", dice el periodista Chris Stokel-Walker sobre los amplios intereses de Musk. "Se guía por el instinto".
De una ideología "moderada" a portavoz de lo "antiwoke"
Musk se definió durante mucho tiempo como alguien "políticamente moderado" e "independiente". De hecho, dijo haber votado por Barack Obama, Hillary Clinton y, a regañadientes, por Joe Biden, todos demócratas.
Pero en lo últimos tiempos se volvió muy crítico con el Partido Demócrata y trasladó su apoyo a Trump y el Partido Republicano, algo que hizo oficialmente tras el intento de asesinato contra el entonces candidato, en el verano de 2024.
De los demócratas critica su política económica, de inmigración y de control de armas, y denuncia que muchas de ellas son políticas "woke", término usado en este caso de modo despectivo para referirse a políticas de izquierdas o liberales.
De hecho, en algún momento Musk dio su opinión sobre las personas transgénero y algunos lo tildaron de antigay por varias disputas que protagonizó. También se quejó de que la gente usaba sus propios pronombres y en 2020 escribió en Twitter que "los pronombres apestan", antes de eliminar el mensaje.
Luego publicó: "Apoyo absolutamente a los trans, pero todos estos pronombres son una pesadilla estética".
En esa misma época, su hija, ahora reconocida como mujer y bajo el nombre de Vivian Jenna Wil, dijo que no deseaba estar relacionada con su padre biológico "de ninguna manera".
El pronatalismo y la prole de Musk
Padre de más de 10 hijos con diferentes mujeres, el futuro de la humanidad es una de las preocupaciones de Musk, según él mismo ha dicho.
Pese a su interés en el desarrollo de la inteligencia artificial, ha sido una de las figuras más destacadas en expresar su preocupación por la supuesta amenaza que la IA superinteligente podría suponer para los humanos.
Afirmó que el auge de la IA, combinado con una tasa de natalidad en descenso, podría dar como resultado que "no haya suficiente gente" en el mundo.
Esto marca, sin duda, una de las claves de su biografía y lo acerca a la corriente del pronatalismo, movimiento que considera que la caída de la natalidad es un grave problema para el mundo y que ve en las familias numerosas la solución.
"Sabelotodo, ego desbordante.. pero orador tímido"
En una biografía de 2015, la autora Ashlee Vance describió a Musk como un "sabelotodo conflictivo con un ego desbordante". También dijo que era "un bailarín torpe y un orador tímido".
En la prensa, lo han calificado como un genio loco y como el mayor troll de Twitter, conocido tanto por sus elevadas ambiciones como por sus mezquinas peleas, sin mencionar las demandas más serias que él y sus empresas han enfrentado por parte de reguladores, inversores y otros por cuestiones como la discriminación racial y la confiabilidad de sus afirmaciones.
Pero Musk es franco sobre sus defectos.
"Si enumeras mis pecados, parezco la peor persona del mundo", dijo en una entrevista TED en 2022. "Pero si lo comparas con las cosas que he hecho bien, tiene mucho más sentido".
Y, al hilo de su última disputa con Trump, declaró en X que él llegó para quedarse: "A Trump le quedan tres años y medio como presidente, pero yo estaré aquí más de 40 años".
*Con información de Tom Espiner, Tom Gerken, Liv McMahon, Natalie Sherman y Dearbail Jordan.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
- "Sin mí habría perdido las elecciones": Musk y Trump inician una guerra en público con intercambio de insultos y amenazas
- Elon Musk: 5 maneras en las que el hombre más rico del mundo cambió la Casa Blanca
- La polémica por un gesto de Elon Musk durante su discurso para celebrar la toma de posesión de Trump


