Argentina, el país que acude a los más ricos para paliar los efectos de la pandemia

Cerca del 90% del dinero que se recaudará con este aporte está en el exterior, en cuentas y diferentes activos”, de tal suerte que no va a afectar el aparato o la inversión productiva en Argentina, según el Gobierno
Con la entrada en vigor de la ley que establece una “contribución extraordinaria y solidaria” de las 12 mil grandes fortunas del país, el gobierno de Fernández recaudará 3 mil millones de dólares destinados principalmente a compra y elaboración de equipamiento e insumos para la emergencia sanitaria y programas de desarrollo en barrios populares.
Especialistas de las desigualdades -como el reconocido economista Thomas Piketty- abogan por la implementación de un impuesto universal "sobre parte de los ingresos fiscales de los actores económicos más prósperos del planeta" a fin de contrarrestar la hecatombe económica que se cierne sobre el mundo.
Pero, de momento, Argentina cuenta con una “ley de aporte Solidario y extraordinario de las Grandes Fortunas” para afrontar las consecuencias de la pandemia y apoyar el camino de recuperación económica.
Detrás de la iniciativa del gobierno argentino, aprobada en diciembre y reglamentada el viernes 29 de enero, se encuentran las organizaciones que componen la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd) y la Red de Justicia Fiscal de América latina y el Caribe.
El dinero gravado está en cuentas y activos en el exterior
En entrevista con Radio Francia Internacional, Andrés Falco, secretario de este último pool social, destacó que el largo debate sobre este proyecto sufrió el embate de los lobbies económicos del país, pero contó con el apoyo de “la sociedad argentina, mayoritariamente favorable a la iniciativa según varias encuestas”.
Frente al debate que hubo en Argentina sobre si con esta ley se gravarían actividades productivas, Falco precisa que “cerca del 90% del dinero que se recaudará con este aporte está en el exterior, en cuentas y diferentes activos”, de tal suerte que no va a afectar el aparato o la inversión productiva en Argentina, asegura.
Otra precisión importante que destaca el impulsor de la iniciativa es la asignación especifica que tiene este aporte contemplada esepcificamente en la ley. Se sabe en qué se va a gastar este dinero, insiste.
“Era importante que no fuese un dinero que recayera en el erario público y que, luego, el Estado lo gastara como quisiera. Estará asignado al mejoramiento de barrios con la posibilidad de comprar insumos hospitalarios. También estamos diseñando una logística para traer las vacunas a Argentina, sobre todo la rusa Sputnik V”.
El sistema tributario perpetua la desigualdad
La Red Latinoamericana para la Justicia Económica y Social (Latindadd) y la Red de Justicia Fiscal en América latina y el Caribe proponen ampliar este impuesto a toda la región, lo que permitiría captar al menos 26.500 millones de dólares suficientes para garantizar la distribución gratuita de la vacuna contra el covid-19, según el economista.
Pero el gran obstáculo con el que ha tropezado la campaña sobre una legislación tributaria especial para las grandes fortunas ha sido justamente el secreto en que se mantienen los más acaudalados. “Cuando buscamos saber cómo se constituyen los ricos globales, cuántos son, qué dinero tienen y dónde lo tienen, la posibilidad de llegar a esa información es casi nula”.
El secretario de la Red de Justicia Fiscal explica que justamente para los más ricos se trata de esconder sus fortunas del alcance de los fiscos. “Eso nos ha llevado a una situación –previa a la pandemia- con alto niveles de pobreza y de desigualdad. Somos el continente más desigual del mundo a pesar de que generamos riqueza por miles de millones de dólares. Y el sistema tributario, encargado de romper con esta lógica, la está perpetuando”.
La ley argentina discutida en Davos
"Es ahora o nunca" declaró el jueves 28 de enero el presidente argentino Alberto Fernández durante su intervención el Foro de Davos. Y citando al papa Francisco, el mandaraio instó a "pensar otra manera de hacer economía".
Y es que, ante el temor de una explosión social, la élite económica y política congregada la semana pasada de manera virtual expresó su inquietud ante el agravamiento de las desigualdades, pero lejos estuvo de encontrar o, mejor, aceptar las soluciones planteadas en aras de reducirlas.
Las diferencias abismales de riqueza se han visto reforzadas por la pandemia, pese a las políticas ultra flexibles de los bancos centrales. La reducción de tipos de interés permite a los Estados financiarse a menor coste y adoptar medidas sociales, pero también genera la formación de burbujas en los mercados y un alza de las desigualdades de patrimonio.
Así, los multimillonarios del planeta han visto cómo su fortuna aumentaba en 3,9 billones de dólares entre el 18 de marzo y el 31 de diciembre de 2020, según la ONG Oxfam. Y solamente en Estados Unidos, ese aumento fue de 1,1 billón, según la ONG Americans for Tax Fairness.
"En lugar de llorar con lágrimas de cocodrilo, los dueños del mundo deberían pasar a los trabajos prácticos" reaccionó el economista Thomas Piketty ante el debate en el balneario suizo.
¿Seguir el ejemplo?
Pocos países parecen dispuestos a seguir el ejemplo argentino.
Mientras Janet Yellen, la nueva secretaria del Tesoro de Estados Unidos, confirmó que deseaba subir la tasa de imposición de las empresas al 28%, Francia ha excluido restablecer el impuesto a las grandes fortunas.
Paris apoya más bien una imposición internacional a las multinacionales que permitiría en especial hacer pagar a los "Gafa", grandes beneficiarios de la crisis, como lo demuestran las enormes ganancias publicadas esta semana por Facebook y Apple.
La nueva istración Biden ha prometido "retomar de forma activa las conversaciones en curso" sobre el tema de la imposición a nivel internacional. Pero una cosas es debatir y otra tomar decisiones concretas al respecto.
Solo el magnate norteamericano Morris Pearl, presidente de Patriotic Millionaires, grupo conformado por personas de alto poder adquisitivo, ha dicho sin pelos en la lengua que Estados Unidos debería "seguir el ejemplo de Argentina" y aprobar un nuevo impuesto a las personas más ricas para ayudar a enfrentar la crisis derivada de la pandemia de coronavirus. “En medio de la crisis "a los ricos les va mejor que nunca" y les corresponde hacer un aporte, aseguró el millonario estadounidense.


