Productores son cautos ante arancel cero y piden soluciones estructurales

El Decreto Supremo 5401, establece arancel cero para la importación de insumos y materias primas destinadas a la producción de carne de pollo y aceite. Ante la medida hay cautela entre los avicultores
En un intento por mitigar los efectos de la crisis económica y la creciente escasez de alimentos, el Gobierno del presidente Luis Arce aprobó el Decreto Supremo 5401, que establece arancel cero para la importación de insumos y materias primas destinadas a la producción de carne de pollo y aceite. La norma, en vigor desde el 28 de mayo hasta el 31 de diciembre de 2025, fue presentada como una herramienta para “fortalecer la producción nacional y evitar la especulación”.
Según el gerente regional de la Aduana en La Paz, Mauricio Miranda, entre los productos exentos del gravamen se encuentran: pollitos bebé para engorde, maíz amarillo, vitaminas, vacunas veterinarias y alcoholes acíclicos utilizados para la producción de aceite comestible. También se incluyen insumos sustitutos de leche para terneros y otros productos claves para la industria alimenticia.
La medida es parte de un paquete de 11 acciones urgentes que el Ejecutivo afirma estar implementando para frenar la especulación, el contrabando a la inversa y garantizar el abastecimiento de combustibles, aunque los resultados aún son inciertos.
Sobre el tema productores del sector avícola fueron cautos e indicaron que este tipo de medidas son un “parche”, y que de ninguna manera soluciona el problema estructural que es la falta de dólares para poder hacer frente al pago de los insumos importados.
Desde la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), indicaron que esta posibilidad que brinda la Aduana de no pagar el arancel de los productos importados tiene un alcance parcial, pero que de ninguna manera es la solución que requiere el sector que se ve agobiado por la escasez de diésel y ahora por amenazas de bloqueo que afectan la circulación del transporte internacional.
Mientras que, Mario Moreno, presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), sostuvo que antes que emitir estos decretos, el sector primario que aporta para la producción de aceite necesita al menos unos 12 millones de litros de diésel para encarar la cosecha de maíz.
Moreno se mostró preocupado debido a que en unos 14 días comienza la cosecha de 115.000 hectáreas de maíz en el sur de Santa Cruz.
“Los agricultores vemos con alarma cómo otra vez se repiten los problemas y llegamos a esta época sin el diésel suficiente”, observó Moreno.
Alimentos caros
El anuncio llega en un momento crítico: los precios de productos básicos como el aceite, la harina, el azúcar, la carne de pollo y de res han experimentado un alza constante desde inicios de año. En los últimos dos meses, el aceite vegetal ha subido más de un 20% en mercados populares, mientras que el kilo de pollo se comercializa en más Bs 20, en algunas ciudades del eje troncal.
El precio del pan, directamente afectado por la harina, también muestra signos de presión, pese a los esfuerzos oficiales por mantenerlo congelado. Mientras tanto, los s reportan largas filas en los puntos de venta de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), donde la demanda supera la oferta y muchos productos no siempre están disponibles.
En zonas como El Alto, Santa Cruz y Cochabamba, las filas para acceder a alimentos subvencionados como arroz, azúcar y harina pueden superar las dos horas de espera, especialmente en jornadas de alta afluencia.
Alto costo fiscal
El Gobierno ha defendido este tipo de exenciones como parte de su política de industrialización y abastecimiento interno. En 2024, se aprobaron nueve decretos similares que eliminaron tributos para la importación de maquinaria agrícola, productos farmacéuticos e insumos clave.
En total, la medida representó un “sacrificio fiscal de Bs 173 millones”, mientras que el valor de las importaciones bajo este régimen alcanzó los Bs 4.336 millones.
Entre los decretos más significativos están el DS 5212, que benefició a los importadores de insecticidas y maquinaria agrícola (45% del total); el DS 5282 para medicamentos (11%); y el *DS 5195 para harina de trigo (8%). En conjunto, 848 empresas privadas se beneficiaron de estos incentivos, aunque su impacto en la baja de precios al consumidor final es aún motivo de debate.
Para 2025, siguen vigentes seis decretos que sostienen el arancel cero en rubros estratégicos, como llantas, plantas de biodiésel, trigo y arroz.
A pesar de estos esfuerzos, expertos advierten que las medidas de arancel cero son soluciones de corto plazo que no abordan los problemas estructurales de la economía boliviana, como la escasez de divisas, la dependencia de importaciones y la falta de inversión en la producción nacional. Se requiere una estrategia integral y sostenida para fortalecer la resiliencia económica del país y garantizar el a productos esenciales para la población.


