Eso de no prometer clasificación

Por: Fernando Nürnberg Z.
Pareciera ser ese el sentimiento que reina dentro del campo de juego cuando se juega cada partido de esta Clasificatoria. Y no es que pidamos que la Verde sea un aluvión, pero lo que hace y ha hecho en los últimos seis partidos es insuficiente para que sea protagonista en un Mundial. Su fútbol carece de ese condimento que se llama “hambre” de estar en la máxima cita. Parece que el discurso de proyectar a 10 años, algo que estuvo al alcance de la mano en este 2025 y no en la próxima década, caló más que esa ambición (sueño frustrado) de estar el año que viene en la cita de las mejores 48 selecciones del planeta.
Pena por Viscarra que se traga un gol imposible que le va a marcar su carrera, más allá de la circunstancia y el pase deficiente, o el otro yerro en el segundo gol que dejó mal parado al capitán Haquín. Sí, fueron circunstancias del partido, pero que condenan a una nueva frustración.
Cuesta arriba cada vez que jugamos fuera de casa. Apenas tres triunfos de visitante en 181 partidos de eliminatorias, dan cuenta de lo que somos en esas condiciones. Un empate era valioso para que la ventaja no se haya ensanchado a cuatro puntos como nuestra la tabla, con nueve por jugar.
Aunque tiene un equipo base, este no fue el mismo para enfrentar a la Vinotinto, sorprendió con una formación inédita que producto del tempranero gol, no pudo enhebrar el juego que hubiese marcado un resultado distinto.
No fueron protagonistas quienes son considerados los conductores como Miguelito, Roberto Carlos Fernández o Villamil, porque no tuvieron referentes en ataque. Así no se podía ni se pudo concretar un resultado que valorice nuestra marca. Ni Chávez ni Paniagua pudieron hacer lo que en realidad está reservado a especialistas en el área. Fueron los cambios “sorpresa” de Villegas. Tener más la pelota, que lo logró, cuidarla, pero sin hacer daño.
Eso fue Bolivia, la expresión de un técnico que gusta de ese fútbol, y que desprecia a quienes son especialistas en ser amigos de las redes.
“Queremos seguir creciendo”, la frase del entrenador. No se advierte eso, sí una nueva forma de jugar pero con los mismos resultados: derrotas. Hace seis partidos que no ganamos e irónicamente aún con posibilidades matemáticas, pero en lo que queda, no es solamente mostrar entrega como dijo Lucas Chávez, sino contundencia y ser ambiciosos en serio.


