Cara a cara

Samaipata es la pintoresca, cálida y cordial capital de la provincia Florida en el departamento de Santa Cruz. Tomado del vocablo quechua, su nombre significa ‘Descanso en las alturas’ y posee un agradable clima templado subtropical, además de varios sitios turísticos de un significativo valor cultural y ecológico. A 120 kilómetros en dirección suroeste de la urbe cruceña, es considerada como una pequeña ciudad turística en la que habitan poco más de 10 mil samaipateños y entre los que se cuentan ciudadanos de diversas nacionalidades que llegaron para echar raíces tras sentirse muy a gusto en el lugar.
Durante el último y prolongado feriado por la Semana Santa, ‘medio mundo’ se trasladó a Samaipata que se vio rebasada de visitantes que colmaron su capacidad de hospedaje y generaron un importante movimiento económico. No cabe duda de que fue uno de los destinos turísticos cruceños más concurridos para disfrutar de una pausa reparadora en el ajetreo cotidiano. Pero, lastimosamente, no faltó la nota discordante y recurrente como la ofrecida por numerosos jóvenes ‘capitalinos,’ de ambos sexos, que se dieron a los excesos en plena plaza del pueblito, consumiendo bebidas alcohólicas hasta el amanecer y generando ruidosas algazaras mientras ‘tronaba’ la música puesta a todo volumen. Lastimosamente, una vez más brillaron por su ausencia los encargados de poner las cosas en orden y evitar desmanes públicos como los que estropean un reparador ‘descanso en las alturas’ y a distancia del mundanal ruido.


