Cara a Cara

Desde hace décadas, Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más extendida, poblada e influyente del país, está atrapada en medio del caos, la inseguridad y la ‘cuchuquera’. Hace falta mayor atención de las autoridades y un firme compromiso ciudadano con la urbe para mejorar su condiciones de habitabilidad. Aunque cueste itirlo, nuestra ciudad está muy rezagada respecto a otras en cuanto a orden, seguridad y limpieza se refiere. La arbitraria ocupación de aceras, calles, avenidas, áreas verdes y otros espacios por el comercio informal, reporta una imagen deplorable.
Recuperar los espacios públicos, reordenar la circulación vehicular y fortalecer la seguridad ciudadana, son asignaturas pendientes de las gestiones edilicias a cargo de la istración de la ciudad. En cada caso, las poderosas organizaciones que nuclean a gremiales y transportistas les han doblado el brazo a las autoridades de turno que no han logrado poner las cosas en su lugar y que, por el contrario, tienden a empeorar.
El reordenamiento del transporte público también registra nota de aplazo, no obstante un compromiso del actual ejecutivo municipal de retirar hasta un 40% de buses y micros que influyen mayormente en el desorden y la inseguridad de la circulación vehicular. En tanto siguen archivados planes y proyectos, - incluso alguno facilitado por la ayuda internacional,- para reorganizar y mejorar un servicio de mucha necesidad para la gente y rescatar a la ciudad de un caos infernal que mantiene postergado su avance a la modernidad.


