Cara a cara

Favorecer al expresidente Evo Morales con un fallo judicial, le costó su aprehensión, en cuestión de horas, a la juez de Santa Cruz, Lilian Moreno. Ocurrió tras una denuncia en su contra presentada en La Paz por representantes del Ministerio de Justicia. Moreno que poco antes había denunciado amenazas que no especificó, fue aprehendida sin muchas delicadezas por fuerzas policiales cuando se dirigía a su fuente laboral en la capital cruceña y posteriormente trasladada, por vía aérea, a la sede de Gobierno, donde pasó a celdas de la Felcc. El fiscal general confirmó la aprehensión de la juez bajo cargos de prevaricato y desobediencia a resoluciones constitucionales. Ahora deberá guardar detención preventiva por 30 días en Palmasola. Y ya se sabe a qué huele eso de ‘preventiva’…

Sobre Morales, atrincherado y bajo vigilia permanente de sus acólitos en el trópico cochabambino, pesan hasta tres órdenes de aprehensión, junto a la declaratoria de rebeldía por el presunto delito de trata y tráfico agravado de personas.  La última de esas órdenes fue emitida el 17 de marzo. Según el ministro de Gobierno, esa disposición aún no se ejecutó porque “siguen los procedimientos istrativos” mientras la Policía tiene listas sus estrategias operativas para cumplir con lo ordenado. Informado de la situación, el escurridizo caudillo cocalero se mostró desafiante anunciando una ‘revolución judicial’ si retoma el poder en las elecciones generales de agosto próximo. Aunque ya es insoportable, a esperar el próximo capítulo de este culebrón.