PUBLICIDAD

Cara a Cara

Imagen
Fecha publicación: 23/05/2025 - 07:24
Escucha esta nota

No presidente, pero sí senador. Recientemente, el ministro de Economía, en declaraciones a los medios de comunicación, volvió a exigir que la Asamblea Legislativa dé luz verde a los créditos internacionales que tanto reclama el Gobierno. Marcelo Montenegro precisó que el presidente ya no busca su reelección y que, por lo tanto, no hay motivo para que los préstamos sigan bloqueados. Pero —pequeño detalle— Luis Arce quiere ser senador; por lo tanto, sigue siendo candidato y estará en campaña. No es la mejor señal para generar algo de confianza.

Los dilemas de Andrónico y compañía. El presidente del Senado sigue esperando, en silencio, que la justicia constitucional decida si puede continuar en carrera electoral o no. Todo habría sido distinto si él y los parlamentarios exmasistas, masistas y opositores hubieran aprobado, oportunamente, la incorporación de los vocales del TSE a la Ley 044, para el juzgamiento de altas autoridades del Estado. Pero no. Los parlamentarios —políticos al fin— prefirieron mantener la guillotina sobre las autoridades electorales, para iniciarles, cuando quieran, acciones penales por incumplir fallos constitucionales. Tampoco aprobaron la ley que garantiza el principio de preclusión. El tiro les salió por la culata. 

El juego sucio. Estamos atravesando uno de los peores momentos de la democracia boliviana. Nunca, desde 1982, se vivió un tiempo de tanta incertidumbre generada por los propios actores políticos. Quienes han minado el campo electoral no son activistas despechados ni vigorosos defensores de la democracia. Son personajes que actúan por encargo. Como en todo delito, hay autores materiales e intelectuales. Tarde o temprano, quedarán al descubierto.

PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
PUBLICIDAD