Cara a cara

Cuando los principios no importan. Es hasta anecdótico escuchar a los políticos hablar de programas de gobierno, visión de país o fundamentos ideológicos para formar una alianza política. Todo suena idealista y hasta romántico, aunque, en el fondo, todos sabemos que debajo de la mesa se negocian curules aportes económicos, ministerios y hasta embajadas incluso sin haber llegado a las urnas. Pues bien, ahora resulta que, por dramática urgencia, Andrónico Rodríguez tuvo que tocar las celestes puertas de UCS, vaya a saberse si es el cielo o el infierno; pero es eso o nada. Y su primera ofrenda, a la sigla, no a la Pachamama, es su vicepresidenciable, Mariana Prado. 

La ley tampoco importa. Por eso los fanáticos seguidores de Evo Morales siguen movilizados en la ciudad de La Paz y en algunas carreteras. Presionan por todos los medios para forzar la inscripción de su jefe como candidato a la presidencia, aunque no tiene sigla y está inhabilitado. ¿Quién financia estas caras movilizaciones? ¿Quién paga alimentación, hospedaje, petardos, gasolina y carteles? ¿Acaso Tupac Katari tiene tanta plata?

La peor elección. Las impugnaciones y maniobras judiciales han contaminado, definitivamente la integridad de las elecciones programadas para el 17 de agosto. A estas alturas, es muy difícil anticipar un ganador porque ni siquiera se sabe quiénes llegarán a la papeleta ni con qué colores. Pero una cosa es cierta: cada día pierde la democracia y gana la chicana, y eso que la propaganda todavía no ha comenzado.