Cara a cara

Los pragmáticos. ¿Quién lo diría? De tantas inhabilitaciones espurias, Jhonny Fernández terminó apareciendo como el articulador del bloque de partidos de tendencia socialista. Su sigla está cotizada, y su casa —ubicada en el residencial barrio cruceño de Las Palmas— se ha convertido en centro de reuniones de todos los que apoyan a Andrónico. No porque crean en él, sino porque quieren retener el poder.
Equivocados estaban quienes decían que la alicaída imagen política del alcalde cruceño era un lastre que le impedía lograr alianzas. Es política, y en Bolivia todo es posible. Así que solo queda esperar para saber, en definitiva, cómo se presenta la coalición de azules, celestes y tonos parecidos.
¿Las listas? Pobre Tribunal Supremo Electoral. Personal de la institución se ha pasado horas —y días— revisando las carpetas de más de tres mil candidatos a diputados, senadores, presidentes y vicepresidentes. En las próximas horas tendrán que devolver cientos de carpetas, porque la nueva coalición presentará listas renovadas. Sin duda, los políticos son expertos en encontrar resquicios legales para jugar con los plazos y mantener la incertidumbre política. Aparentemente, el único que tiene casilla segura es Andrónico Rodríguez. ¿El resto?
¿Y los no socialistas? En lo suyo. Enfrascados en sus pugnas internas, en una loca competencia por ver quién queda segundo o tercero para después culpar al otro por los resultados del 17 de agosto. Hay quienes leen historia, y hay quienes leen encuestas. Cada uno decide en función de su formación y sus convicciones. Pero, ¿qué leen los opositores que no logran entender a la sociedad boliviana?


