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Willy Bendeck, el héroe de mi juventud

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Fecha publicación: 08/06/2025 - 04:00
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Salí bachiller, el año que este insigne personaje Cruceño, tuvo el accidente que lo llevo a la muerte. Nuestro inolvidable Willy, perdió la vida prematuramente, haciendo lo que más le apasionaba: competir en el peligroso deporte de las carreras de autos.

Decía el periódico Los Tiempos de Cochabamba: “Muere Willy Bendeck, el corredor más popular del automovilismo boliviano, en la segunda carrera en que competía en la categoría especial, en Santa Cruz, al estrellarse en la décima segunda vuelta.

A partir del quinto giro, el piloto cruceño, de 33 años, pidió llantas para cambiar las que tenía su coche Ford Mustang debido a que estaban muy gastadas, pero no cumplió su objetivo y siguió corriendo hasta que perdió la vida cuando corría a gran velocidad.

Antes había ganado otra carrera de cilindrada limitada en su otro coche, corriendo a una velocidad de 145,600 km por hora.
El presidente Hugo Banzer Suárez estuvo presente en el sepelio de Bendeck y el prefecto de entonces decidió nominar el estadio cruceño con el nombre del piloto fallecido”.

Los logros deportivos de mi héroe fueron muchos. En lo nacional consiguió 7 veces ser campeón de automovilismo, en dos categorías. Su don de gente, hizo que fuera conocido como “El caballero de las rutas bolivianas”. 

Pero fue en lo internacional donde tuvo su mayor éxito, cuando participó; junto a Dieter Hubner y Jorge Burgoa, en El London–México World Cup Rally 1970, evento realizado como parte de la copa de futbol México 70. Fue una carrera automovilística de alta resistencia y de carácter mundial, que unió los estadios de Wembley y el Azteca. El rally arrancó el 19 de abril de 1970 en Londres y concluyó el 27 de mayo de ese año en Ciudad de México. El recorrido cubrió más de 25.500 km a lo largo de 21 países, incluyendo etapas en Europa y Sudamérica. De los casi 100 vehículos que largaron en Wembley, solo 23 llegaron a la meta en México, lo que subraya la extrema dificultad de la prueba. Willy y sus amigos, llegaron al Azteca en el puesto número 13, al mando de su BMW 2002 Ti modificado, con el número 29.

El hecho de cruzar el Atlántico y competir durante más de 40 días por diversos terrenos; de pistas asfaltadas a caminos rurales y desiertos, convirtió esta participación en un hito del automovilismo boliviano, que no ha sido superado hasta nuestros días.

El deporte no fue la única faceta en la que se destacó Bendeck, como toda la juventud de su época, fue sensible a las aspiraciones de días mejores para su pueblo. Participó de las luchas cívicas de fines de los años 50 por las regalías petroleras del 11%, como parte de la Unión Juvenil Cruceñista. Fue uno de los muchos cruceños, que estuvo preso en la tristemente célebre casa de tortura, situada a pocos metros de la Plaza 24 de Septiembre denominada Ñanderoga. En la memoria popular, quedan recuerdos de otras acciones cívicas realizadas por Willy, que no hacen falta relatar. 

Recuerdo mis años de infancia, cuando en las calles de arena de la vieja Santa Cruz, jugaba con la muchachada de mi barrio a las carreras, con nuestros autitos de juguete. Todos queríamos ser el carismático Willy Bendeck, que para nosotros era sinónimo de éxito, coraje y valentía. Nos sentíamos orgullosos al ver un hombre de nuestro pequeño pueblo, competir a nivel nacional y ganar una carrera detrás de otra. Santa Cruz se paralizaba pegada a las radios de la época, que trasmitían las carreras con corresponsales a lo largo de la ruta, Todos esperábamos el tradicional “coche a la vista”, que anunciaba el puntero de la competencia. ¡cuánta alegría y autoestima como pueblo, nos trajo El Turco, como lo llamábamos con cariño! Fue sin duda, el primer ídolo deportivo de la tierra camba.

Escribo estas líneas para las nuevas generaciones, que no tuvieron la dicha de conocerlo. Su estatua, ubicada en el segundo añillo y avenida Alemania, será un recuerdo imperecedero, del héroe de mi juventud, el de los cambas de la época y espero que también el de los nuevos cruceños.
Los pueblos se forman contando historias.
 

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