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SALUD

¿Es posible crear una dependencia de las app dedicadas al apoyo emocional?

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El uso de IA como interlocutor en ciertos temas deriva en una dependencia afectiva dañina
El uso de IA como interlocutor en ciertos temas deriva en una dependencia afectiva dañina

Luego de la pandemia del Covid-19, las interacciones entre personas se han digitalizado aún más, muchas personas han comenzado a buscar, no sólo información en la IA, si no también orientación acerca de sus emociones, pensamientos y sentimientos.

Fecha publicación: 05/02/2025 - 14:38
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En la actualidad, vivimos en una sociedad cada vez más digitalizada, en la cual la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a ocupar un lugar destacado en nuestras vidas. Muchas personas recurren a estas herramientas no solo para obtener información, sino también en busca de orientación sobre sus emociones, pensamientos y sentimientos. ChatGPT, por ejemplo, se ha convertido en una opción popular para quienes buscan respuestas rápidas y aparentemente personalizadas, en especial cuando se trata de apoyo emocional.

Desde la pandemia del Covid-19, las interacciones sociales se han trasladado en gran medida al ámbito digital. Las barreras económicas, los prejuicios y la falta de a consultas psicológicas presenciales han llevado a muchas personas a buscar consuelo en la IA, que se presenta como una alternativa accesible y rápida. Sin embargo, expertos en salud mental advierten sobre los riesgos de confiar en estas herramientas de manera excesiva, especialmente en temas tan delicados como el bienestar emocional.

La psicóloga y docente de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), Rocío Egüez Herrera, señala que "aunque la IA puede parecer comprensiva, no posee emociones ni la capacidad de interpretar contextos humanos de manera profunda". Esto significa que, aunque las respuestas puedan sonar empáticas o alentadoras, carecen de la sensibilidad y comprensión genuina que un ser humano o un profesional de la salud mental puede ofrecer. Las respuestas generadas por la IA están basadas en algoritmos que, aunque bien diseñados, no tienen la capacidad de captar la complejidad de las experiencias emocionales humanas.

Teresa Gutiérrez, docente de la UPDS y estratega en medios digitales y contenido basado en IA, señala que, desde la pandemia, el a estas herramientas digitales ha aumentado significativamente debido al encierro y la ansiedad generados en la población. Como resultado, comenzaron a desarrollarse aplicaciones de consulta psicológica a través de bots y asistentes virtuales.

Una de ellas es TerapIA, una aplicación desarrollada por psicólogos en España para ofrecer asistencia terapéutica virtual de alta calidad. Disponible en Google Play Store, TerapIA permite a los s realizar sesiones de terapia en línea a través de un chat de texto, simulando la experiencia de hablar con un terapeuta.

Otra herramienta es CUX (Contame un Secreto), un asistente de bienestar emocional potenciado con inteligencia artificial que se encuentra disponible las 24 horas. Actualmente, los habitantes que residen en Trenque Lauquen, Argentina, acceden a esta aplicación de manera gratuita a través de un código de , convirtiendo a este municipio en el primero del país que ofrece esta plataforma basada en IA.

Finalmente, la herramienta más popular entre los jóvenes es La IA Psicóloga, disponible en la plataforma Character.AI. Se trata de un asistente virtual que brinda apoyo emocional y consejos en español, ayudando a los s a gestionar el estrés, la ansiedad y la depresión, así como a mejorar sus habilidades de comunicación y relaciones interpersonales.

Por su parte, Egüez advierte que “delegar nuestras emociones a una máquina puede aumentar sentimientos de soledad, despersonalización y, en casos extremos, agravar trastornos preexistentes”. También destaca la importancia de establecer límites en el uso de la IA para evitar que reemplace las interacciones humanas.

Este uso exagerado de la IA, puede generar dependencia emocional, por lo que la persona deja de desarrollar habilidades propias, de generar sus propias soluciones, evita solucionar sus propios problemas, volviéndose dependiente, poco autónomo, y, por lo tanto, no confiar en sí mismo para ello.

La psicóloga agrega que la tecnología debe ser un complemento, no un sustituto de las relaciones humanas. “Cultivar vínculos reales y priorizar el bienestar emocional sigue siendo irremplazable en un mundo digitalizado. Como seres sociales, necesitamos conexiones auténticas para mantener nuestro equilibrio emocional”.

Si bien la inteligencia artificial (IA) puede ser una herramienta útil, no sustituye la conexión emocional y el apoyo humano que brindan las relaciones interpersonales y la terapia profesional.

 

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