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Santa Cruz

En cinco años, el Covid-19 sembró muerte y surgen nuevas amenazas a la salud

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La vacuna trajo esperanza y ayudó a controlar la enfermedad
Vacunación contra el Covid-19
Fecha publicación: 31/12/2024 - 05:45
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Hace cinco años, en vísperas de un nuevo año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre los primeros casos de un virus desconocido y siete días después se supo que se trataba de un nuevo coronavirus. 

En este tiempo, la enfermedad que sacudió a la humanidad, acabó con la vida de 20 millones de personas en el mundo, pero la vacuna trajo esperanza en la población y consiguió el control de la enfermedad en casi todos los países.

En Bolivia, la situación también está controlada, después de dejar más de 22.300 muertes, pero las autoridades mantienen la vigilancia e insisten en que la vacunación es la principal barrera contra el virus. 

 Sin embargo, los responsables de la salud también advierten sobre nuevas amenazas para la salud pública, con enfermedades emergentes, como el Oropouche y el Mayaro, que se diagnosticaron por primera vez este año en el país.

Los primeros casos de Oropouche se registraron en marzo en Pando y luego el virus se expandió a La Paz y Beni. Hasta julio se registraron 356 casos con pruebas  de PCR, de un total de 8.078 confirmados en la Región de las Américas, incluidas dos muertes. Sin embargo, se estima que el número de afectados es mayor, ya que la mayoría de los pacientes fueron tratados con diagnósticos clínicos. Incluso, el Sedes de Pando estimó que más del 60% de la población de Cobija tuvo enfermedad. 

Este lunes, el jefe de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz, Javier Mamani, resaltó en su informe epidemiológico que cada año se presentan nuevas enfermedades o epidemias que ponen en alerta al sistema sanitario, y citó al Oropouche y al Mayaro que anteriormente no figuraban entre los diagnósticos en Bolivia.

Mamani informó que en lo que va del año el Oropouche ha afectado a 268 personas solo en La Paz. Los casos se presentaron en los municipios de Caranavi, Chulumani, Coroico, Guanay, La Asunta, Los Blancos, Irupana, San Buenaventura y Teoponte.

Asimismo, el Mayaro, desconocido en Bolivia hasta este año, ha registrado 16 casos en el municipio paceño: 14 en La Asunta, uno en San Buenaventura y uno en Caranavi. Esta enfermedad es transmitida por los mosquitos Aedes aegypti y Haemagogus, por lo que es necesario fortalecer el control vectorial, apuntó Mamani. 

La pandemia también tuvo su impacto en las coberturas de vacunación, lo que está dando lugar al rebrote de enfermedades prevenibles. Este año, por ejemplo, se reportaron casos de Fiebre Amarilla, una enfermedad que se previene con una vacuna anual. Además, se registraron casos de Sarampión, también prevenible con vacunas. 

Con respecto al Covid-19, el jefe de Epidemiología destacó que la enfermedad se encuentra bajo control, aunque sigue representando un riesgo para las personas con enfermedades de base, toda vez que los siete fallecidos este año en La Paz presentaban males preexistentes. Además, enfatizó que, aunque el Covid-19 ya no muestra una alta mortalidad, persiste una elevada morbilidad. “Esto nos indica la necesidad de mantener una vigilancia epidemiológica constante”, subrayó.

En el país se han confirmado más de 1,2 millones de casos positivos, pero hay muchos que cursaron la enfermedad en sus casas y no figuran en los registros oficiales.

Millones de muertes

La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un informe actualizado con las cifras globales de la pandemia, que ha provocado más de 776 millones de casos en el mundo. En el documento, se enfatiza la importancia de mantener la vacunación anual para prevenir nuevos brotes.

Según el informe, hasta el 10 de noviembre de 2024, se registraron 776 millones de casos en 234 países, con un saldo de 7 millones de muertes. Sin embargo, la propia agencia sanitaria de la ONU reconoce que el número verdadero de fallecidos puede ser tres veces mayor y superar, por tanto, los 20 millones de víctimas.

Estas cifras quedarán en la historia como un testimonio de la crisis sanitaria más grave que ha enfrentado el mundo en tiempos recientes.

Esta enfermedad conocida como Covid-19 fue provocada por el coronavirus SARS-CoV-2. El 31 de diciembre de 2019 la OMS fue informada por primera vez de este virus, que afectaba a un grupo que presentaba neumonía viral en la localidad de Wuhan, en China.

Los años más críticos

En el informe se resalta que 2020, 2021 y 2022 fueron los años donde se registraron mayor número de fallecidos relacionados con el Covid-19. Este periodo coincide con los primeros momentos de la pandemia, cuando la inmunidad colectiva era baja y las vacunas no estaban disponibles de manera masiva.

La OMS considera la disminución de los casos de muerte debido al incremento de la inmunidad global, tanto por la vacunación como por las infecciones previas. Esto permitió que los sistemas sanitarios redujeran la letalidad y respondieran con mayor eficacia a los casos graves.

Los datos más recientes, informan que durante el 14 de octubre y 10 de noviembre de 2024 se registraron 200.000 nuevos casos y 27 muertes a nivel mundial.

Estas cifras son prueba que reflejan la caída del 39% en los contagios y del 36% en muertes en comparación con los 28 días previos. Sin embargo, la OMS advierte que estos datos se deben interpretar con cautela, porque  muchos países han reducido significativamente las pruebas y notificaciones de casos. Pese a esta limitación, el organismo señala que el descenso general es un reflejo del impacto de las estrategias de prevención.

 

Los desafíos

A medida que reducen los casos de Covid-19, resulta cada vez más complejo determinar con exactitud cuántas personas contraen el virus y no buscan tratamiento, señala la OMS. 

Durante los primeros meses de la pandemia se estimaba que el 15% de los infectados desarrollaban cuadros graves que requerían hospitalización y oxígeno. Actualmente las proyecciones, indican que el 3% de los casos necesitan atención hospitalaria.

Este cambio responde a varios factores: la inmunización masiva, las mutaciones del virus (particularmente las variantes Ómicron) y la mayor disponibilidad de tratamientos específicos.

Actualmente, la mayoría de las personas se recuperan sin requerir hospitalización, pero quienes combaten un alto riesgo de enfermedad grave deben recibir atención médica inmediata y urgente. 

La OMS ha desarrollado recomendaciones de tratamientos farmacológicos eficaces para mejorar los resultados y reducir y prevenir la hospitalización, síndrome séptico, trombosis e insuficiencia multiorgánica, las cuales pueden provocar afectaciones graves a órganos como el corazón, hígado y riñones.

 

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