Enfermos renales de Davosan: “Somos una familia, no queremos que nos separen y nos traten mal en otro lado”

(VEA EL VIDEO) Están en huelga de hambre desde hace seis días. Sabino Guzmán lleva tres sin recibir su tratamiento de diálisis. Piden que el Ministerio de Salud renueve el contrato del servicio con la fundación
Con lágrimas en los ojos, recostado sobre varios edredones dentro de una carpa azul levantada en plena vereda y con solo un pañal blanco en el cuerpo, Sabino Guzmán (57 años) pide que se renueve el contrato del Ministerio de Gobierno con la fundación Davosan, institución que tiene su centro de hemodiálisis y que acoge a 50 enfermos renales desde hace 10 años y de manera ininterrumpida.
“Tengo familia, quiero vivir, tengo derecho a vivir, por favor señor Ministro firme el convenio, quiero irme a mi casa”, pide Sabino, quien este lunes cumple su sexto día de huelga de hambre fuera de las instalaciones de Davosan (Calle Santa Bárbara esquina Seoane), rodeado de un grupo de cerca de 15 personas.
La lluvia que cayó cerca de las 7 de mañana, lo mojó completamente, iba a cumplir 24 horas de estar atado a una cruz de madera. Piensa volver ni bien su familia le deje ropa limpia.
No es un capricho, ni una imposición, la pelea de Sabino por quedarse en Davosan se reduce en una sola palabra: “familia”. Todos los pacientes que asisten tres veces por semana a recibir su tratamiento de diálisis comparten 4 horas en una sala en cada sesión, se ayudan entre ellos, y aseguran que las enfermeras y médicos los atienden con profesionalismo y calidad humana.
Una enfermera asiste a Sabino Guzman la mañana de este lunes / Foto: Juan Carlos Torrejón
Katherine Porcel (26 años) es una estudiante de Derecho que empezó a someterse a tratamiento de diálisis desde julio de 2019 cuando sus riñones dejaron de funcionar en más de un 50 por ciento. De su boca solo salen palabras de agradecimiento para la familia de Davosan, que la acogió con cariño, lo que ha hecho llevadero su tratamiento, cuyas sesiones la descompensan y debe reposar después de que la sesión finaliza.
Las sesiones de diálisis son necesarias para poder eliminar líquidos y evitar que lleguen a los pulmones. Como candidata a una trasplante de riñón, pide a las autoridades que se puedan realizar en Santa Cruz mediante la firma de convenios con clínicas privadas, que desde hace un par de años fueron suspendidos.
Vea el video:
Sentada en una silla de plástico y con un cartel en la mano, Lucila Aramayo (59 años) es una de las que está en la protesta. De hablar pausado, recordó que hace seis años llegó desvanecida a Davosan y que gracias a los cuidados que recibió en la institución ha logrado salir adelante y hacer una vida normal. No podía ni caminar, dijo, y como una mujer católica agradece a Dios por estar viva.
Si bien el contrato del Ministerio de Salud con Davosan venció el 31 de diciembre de 2022, todos los pacientes continúan con su tratamiento con normalidad hasta la fecha. Su familia, esa familia postiza que encontraron en medio de su enfermedad, no los ha abandonado.
Reunión con el Gobierno
Willy Quispe, presidente de los enfermos renales de Davosan, indicó que gracias a una reunión con la Defensoria del Pueblo se logró fijar una reunión para este lunes con la responsable del programa renal de salud, María Isabel Garrón. Confía en que se logré firmar el convenio con la fundación, único requisito para levantar la huelga de hambre.
El dirigente es un paciente renal desde noviembre de 2021, y en plena sesión de diálisis, señaló que han recibido el apoyo de la Federación de Juntas Vecinales, la Federación Departamental del Adulto Mayor y de las personas con discapacidad. En caso de no llegar a un acuerdo, anunció que continuará con la huelga de hambre y convocarán a una marcha.
Reunión entre el Gobierno y el sector en las oficinas de Davosan en Santa Cruz


