Estado o mercado: lo que proponen los candidatos para enfrentar la crisis

En plena carrera electoral, los principales candidatos proponen modelos enfrentados para salir de la crisis: unos apuestan por más Estado, otros por apertura al mercado. Pero los expertos advierten: sin datos reales, todas las promesas caminan a ciegas
La guerra electoral comenzó. Todas las organizaciones políticas están en plena carrera por conquistar el voto y llegar al poder. En un contexto de crisis, la mayoría de los partidos ha centrado su discurso en la promesa de resolver los principales problemas económicos del país: la escasez de dólares, la alta inflación y la falta de combustibles.
Pero ¿Cómo lograrlo? La izquierda propone reforzar el rol del Estado en la economía. Por otro, los más liberales apuestan por una apertura económica con mayor participación del sector privado.
El DEBER accedió a las propuestas económicas de los partidos y desmenuzó la de los principales aspirantes a continuación se las presentamos:
Del Castillo, apunta a más Estado
En este contexto, el Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP), que postula a Eduardo del Castillo, exministro de Gobierno, como candidato presidencial, presentó su nuevo programa económico con un fuerte énfasis de mantener un rol del Estado en la economía.
La propuesta promueve una industrialización de los recursos naturales bajo control estatal, el fortalecimiento de las empresas públicas y un modelo que combina estatismo, redistribución de excedentes y economía solidaria.
Según el documento, el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MES) —vigente desde 2006— permitió enfrentar crisis anteriores como la financiera de 2008 y la pandemia del COVID-19. No obstante, el MAS plantea ahora la necesidad de “reconducir” el proceso económico para hacerlo más efectivo en la diversificación productiva y en la sustitución de importaciones.
La propuesta tiene cinco ejes: el control estatal de excedentes para redistribuir ganancias de sectores estratégicos; el fortalecimiento de empresas públicas en áreas como litio y biodiésel; la industrialización con sustitución de importaciones para reducir la dependencia externa; una mayor regulación del uso de divisas para evitar su fuga; y el impulso a la economía comunitaria con el apoyo a cooperativas y empresas sociales.
Samuel propone austeridad
La propuesta de la Alianza Unidad, liderada por Samuel Doria Medina, plantea una reestructuración profunda del Estado, un ajuste macroeconómico integral y una apuesta fuerte por el emprendimiento y la inversión privada. El desafío: ejecutar el plan en medio de una crisis múltiple.
Su enfoque: desmontar el modelo económico del MAS y reemplazarlo por una estrategia de apertura, eficiencia estatal y fortalecimiento del sector privado
La propuesta identifica cinco “soluciones clave” para salir de la crisis y reconstruir el país: estabilización económica, autonomías con poder fiscal, austeridad estatal, apertura al comercio y la inversión, y una apuesta por el mérito como principio del nuevo Estado.
Propone una política cambiaria flexible, eliminación del mercado paralelo del dólar y una estrategia de financiamiento externo basada en acuerdos con organismos multilaterales como el FMI.
También plantea revisar y redirigir unos $ us 3.500 millones en créditos no desembolsados para crear un fondo de estabilización para inyectar liquidez al mercado.
Este modelo gira en torno al emprendimiento como eje productivo, con un ecosistema que articule educación técnica, apoyo financiero y simplificación normativa. La meta: crear un millón de nuevos emprendimientos y convertir a las ciudades intermedias en polos de desarrollo industrial y exportador.
El programa promete reducir en 20% el gasto corriente del Estado, cerrar empresas públicas “inviables” y eliminar entidades creadas por razones políticas. Mientras que las empresas estratégicas como YPFB o ENTEL se mantendrían bajo control estatal, pero con gestión profesional y sin injerencia política.
Tuto, más libertad
La Alianza Libertad y Democracia (Libre), liderada por el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, con su plan “Salvar Bolivia” propone cambiar del modelo económico, con austeridad fiscal, desregulación del mercado y una mayor participación ciudadana en los beneficios de los recursos naturales.
La propuesta gira en torno a un modelo “ciudadano-participativo”, en el que se busca devolver la libertad económica a los bolivianos y alejar al Estado de su rol protagónico en la economía.
El programa plante la reducción del déficit fiscal, que se lograría con una drástica disminución del gasto público. Para ello, se propone reducir el número de ministerios a no más de 12, eliminar viceministerios y entidades descentralizadas innecesarias.
Una de las propuestas más llamativas es la creación de un Fondo Soberano de Acciones Populares, que permitiría a los bolivianos mayores de 18 años ser accionistas de los recursos estratégicos del país.
El plan plantea flexibilizar el mercado laboral, eliminando el salario mínimo obligatorio, el doble aguinaldo y otros beneficios que Libre califica de “ultraproteccionistas”. En su lugar, se impulsaría un sistema basado en acuerdos entre empleadores y trabajadores.
Libre propone una reestructurar la deuda externa, calificando la actual como “cara y corrupta”, con el objetivo de redirigir recursos hacia sectores estratégicos y de alto retorno social.
Andrónico: Industrialización
La Alianza Popular (AP) de Andrónico Rodríguez, presentó un plan centrado en la industrialización con valor agregado, la justicia social y un Estado fuerte que impulse el desarrollo económico desde adentro. La propuesta busca romper la dependencia de las importaciones y posicionar a Bolivia como un país productor, con un modelo inclusivo y soberano.
Uno de los pilares del plan es el fortalecer la producción nacional a través de la industrialización. Para ello, contempla crear complejos productivos estatales, que abarquen desde la extracción de materias primas hasta la comercialización de productos industrializados.
El candidato plantea una política fiscal y financiera enfocada en la inversión productiva, donde el Estado siga como un actor clave en la planificación y la ejecución de proyectos estratégicos. Propone una gestión soberana del litio, el gas y minerales estratégicos.
Manfred menos impuestos
La alianza política APB-Súmate, liderada por Manfred Reyes Villa, presentó un programa de gobierno que promete una “transformación profunda” del país.
Según el candidato Bolivia atraviesa una “multicrisis” marcada por el deterioro institucional, el colapso fiscal y la pérdida de confianza en el Estado. Su plan Bolivia 180°” plantea una redefinición del rol del Estado: menos intervención directa y más apoyo al sector privado.
Entre las primeras medidas se contempla la reducción del gabinete ministerial de 17 a 14 carteras, que permitiría un ahorro estimado de Bs 225 millones anuales.
El plan busca devolver la independencia al Banco Central, frenar la emisión excesiva de dinero, recuperar reservas y estabilizar el tipo de cambio. Propone reducir el déficit eliminando subsidios regresivos, como el de los combustibles, y revisando el gasto estatal.
Entre las principales medidas se encuentra la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 13% al 10%, con el fin de disminuir el impacto del tributo en el consumo cotidiano. Asimismo, se plantea la eliminación del Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF), bajo el argumento de que este desalienta la inversión y genera una doble imposición.
Análisis
El economista Germán Molina advierte que ninguno de los candidatos presidenciales tiene hoy un plan económico completamente viable, ya que todos proponen soluciones sin a información actualizada sobre la verdadera magnitud de la crisis.
Asegura que el Estado actual mantiene en reserva los datos fiscales, monetarios y cambiarios más sensibles, lo que coloca a los postulantes en una especie de “simulador de vuelo”, donde ensayan estrategias sin conocer la pista real que tendrán que enfrentar si llegan al poder.
Molina clasifica las propuestas en dos bloques: los candidatos que buscan profundizar el modelo estatista, como Andrónico Rodríguez y Eduardo del Castillo; y por otro, quienes promueven reformas orientadas al libre mercado, como Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina y Manfred Reyes Villa.
El economista Carlos Aranda, del Centro de Estudios Populi, destacó que varias propuestas presidenciales coinciden en el diagnóstico general de la crisis económica boliviana: un fuerte desajuste fiscal que ha derivado en emisión monetaria y presión inflacionaria.
Pero criticó que la mayoría de los planes carece de detalles sobre cómo se ejecutará el ajuste necesario, qué partidas del gasto público se tocarán y cuánto ahorro efectivo se pretende alcanzar. “Nadie cuantifica con claridad el impacto de sus medidas”, apuntó.
Cuestionó que muchos programas estén llenos de “relleno” o consignas genéricas sin detalles técnicos o financieros.
“Las propuestas están llenas de relato, pero faltan cifras, prioridades claras y realismo de la situación del país”, concluyó.


