800 petitas de río dejaron la guardería y volvieron a su hábitat
Gracias al aporte de madrinas y padrinos solidarios, que contribuyeron con Bs 20, se logró una recaudación histórica de Bs 20 mil para preservar una especie amenazada por la venta ilegal de sus huevos
En medio de un gran bullicio y bajo el lente de numerosos teléfonos celulares, llegaron a la playa del río Maniqui las 800 petitas de río de agua dulce del proyecto Quelonio, listas para ser liberadas. La Reserva de la Biósfera de Beni, más precisamente, en San Borja, fue el escenario de ese inusual y maravilloso espectáculo.
Un grupo de niños, cada uno con una petita en sus pequeñas manos, tuvo la emotiva tarea de colocar al primer grupo sobre arena, cerca del agua. Las petitas estuvieron bajo custodia en guarderías durante casi de cuatro meses, monitoreadas por ocho guardaparques que hacen esta labor desde hace tres décadas y sin financiamiento institucional alguno.
“Es una gran felicidad para nosotros. En este momento tenemos sentimientos encontrados, porque las petitas podrán regresar a su hábitat natural y ser libres. Ellas siembran una luz de esperanza para la especie, para la Amazonia, para la conservación y para nuestras áreas protegidas”, dijo visiblemente emocionado, Marcos Uzquiano, jefe de protección de la Reserva de la Biósfera Estación del Beni.
Uzquiano, conocido por ser un defensor de la naturaleza y por haber sido acosado por sus denuncias contra la minería ilegal en el Madidi, fue repuesto en sus funciones en Beni, y desde ese departamento agradeció a EL DEBER, por haber impulsado la campaña y dado a conocer los pormenores de esta insólita guardería armada más con corazón que con recursos.
El guardaparque recordó que la peta de río es una especie fuertemente amenazada, tanto por factores ambientales como humanos, especialmente debido al cambio climático. Además, denunció que sus huevos siguen siendo comercializados en el mercado de San Borja, donde se venden uno o dos por tan solo un boliviano.
Una campaña que rompió récord de recaudación
Gracias a un convenio interinstitucional entre el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), entidad rectora de los guardaparques de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica del Beni, y la Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Fundesnap), este año se habilitó una cuenta bancaria destinada exclusivamente para recibir aportes para la campaña solidaria. Esto con el fin de asegurar un manejo transparente de los fondos recibidos.
Con un aporte de tan solo Bs 20, cada padrino o madrina podía cubrir los gastos necesarios para la custodia y posterior liberación de una petita, rehabilitada en playas artificiales diseñadas especialmente para su cuidado. Esta tarea forma parte de un plan integral de conservación y repoblamiento de la peta de río.
Mirá el momento de la liberación:
