Como es tradicional, Francisco aprovechó su mensaje de Navidad para recordar los conflictos y los problemas en el mundo, antes de impartir la bendición Urbi et Orbi ante una plaza de San Pedro a la que acudieron unas 30.000 personas.
"Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se ayude a la población extenuada por el hambre y la guerra", añadió el pontífice sentado en una silla en el balcón de la logia central.
El mandatario aseguró que los invasores lanzaron más de 70 misiles y 100 drones contra el sistema energético. “Putin eligió deliberadamente el día de Navidad para atacar”, sostuvo.